Hoy presentamos a María, una joven de 30 años y natural de Madrid, conductora habitual por las calles de la capital.
María suele conducir a diario hasta su trabajo, que se encuentra a unos veinte minutos de su domicilio. Hace unos días se vio involucrada en un accidente y fue en ese momento donde surgieron sus dudas: “¿Qué hago ahora?”.
“Recupera la calma y llama a Teleaccidentes….fue lo primero que pensé, recordé que un par de días antes había visto en redes sociales una publicación con ese mensaje” nos comenta la propia María. También se acordó de la importancia de fotografiar todo: posición de los vehículos, matrículas, daños personales y materiales, etc. Apuntó todo en el parte amistoso y llamó a Teleaccidentes al 91 159 44 59.
“Fueron muy amables conmigo, me informaron sobre el centro médico al que debía acudir”. Facilitar asistencia sanitaria de calidad es una de las máximas de Teleaccidentes, afortunadamente en el caso de María sus lesiones no fueron de gravedad, pero hay que estar preparado para cualquier situación. Es importante recordar que se debe dar aviso dentro de las primeras 72 horas. Hay algunas dolencias que tardan un poco más en reflejarse, por ese motivo es esencial someterse a un chequeo médico lo más rápido posible.
“No tenía claro cómo seguir, pero en Teleaccidentes me indicaron un abogado especialista que además estaba muy próximo a mi domicilio”, acordó las condiciones con el abogado que le indicamos y actualmente están buscando juntos la indemnización que le corresponde.
“Desde que llamé a Teleaccidentes supe que estaba en buenas manos, ojalá no vuelva a sufrir un accidente, pero si pasase, sé que estarán ahí”, concluye María con una sonrisa dibujada en la cara.
El trabajo de Teleaccidentes tiene una clara vocación, ayudar a personas reales, como tú que nos puedas estar leyendo en este momento. Se trata de una labor ardua y en ocasiones dolorosa, pero compensa saber que cada vez hay más usuarios a los que hemos ayudado a superar las dificultades que implica sufrir un accidente de tráfico.
